Si estás pensando que tu hijo vaya este verano a un campamento, no te preocupes. Seguro que será una experiencia enriquecedora que le ayudará a ser más independiente. Establecerá unos días de contacto directo con la naturaleza, aprenderá a trabajar en equipo, a compartir y además te dejará unos días libres. Eso sí, cuenta con que seguro que en algún momento, te echará de menos y nosotros también a ellos.
Si has estado alguna vez en un campamento, te acordarás de algunos momentos como los deportes de equipo o los nuevos amigos. Una buena idea para motivar a nuestro hijo es compartir con él nuestros recuerdos. Por ejemplo la historia de la araña que encontramos en la tienda de campaña y cómo los compañeros nos ayudaron a echarla al campo. Intenta contar recuerdos positivos y aquello que creas que les puede gustar.
Los momentos previos al campamento son importantes y te vamos a sugerir siete ideas importantes de las que hay que hablar con nuestros hijos antes de ir al campamento. ¡No solo es importante el morral!
1. Sentimiento de nostalgia
En algún momento, todos los campistas experimentan nostalgia de sus padres, de sus hermanos o simplemente de su casa. Imagínate, sales de casa a compartir con mucha gente que no conoces, te dicen que debes compartir tus cosas y además te asignan tareas!. Nos han sacado de nuestra zona de confort. Debes explicarle que este sentimiento es totalmente normal y que todos los campistas incluidos sus amigos han pasado por esto en algún momento.
La nostalgia es la norma, no es la excepción.
2. Aprender a expresar lo que quieres y a tomar decisiones
Nuestros hijos tienen que ser conscientes de que en ocasiones podrán encontrase con algún compañero que por su carácter se convierte en un líder natural del grupo. Si tu campista es algo tímido esto le será de gran ayuda y podrá aprender mucho de esta situación. Como todas las cosas en la vida, enséñale que debe ser respetado y que su opinión es muy valiosa él también tiene derecho a expresarse.
3. Adiós a la tecnología
Seguramente a nuestro hijo, lo que más le costará, será despedirse de la tecnología por unas horas. Tener que prescindir de su teléfono o su tablet les supondrá un gran sacrificio. Tienes que explicarles que el campamento será una experiencia inolvidable en la que hará un montón de amigos y se olvidará de toda la tecnología. Una buena idea es motivarle con objetivos como participar en juegos y competencias en el campamento.
4. Cuidado con las alergias
Durante unos días tu hijo va a disfrutar de la naturaleza, pero también esa exposición puede ser el momento para sufrir los síntomas de alergia. Si ya se le ha diagnosticado o si en la familia hay antecedentes de alergias lo mejor es SIEMPRE prevenir a los monitores antes de acudir al campamento. Sobre todo deben conocer al detalle las peligrosas alergias alimentarias. Aún cuando cumplimos con muchos protocolos de seguridad incluido un equipo de primeros auxilios, debes advertirnos siempre y facilitar su medicación con su correspondiente récipe médico.
5. Prepararse para el desorden
El campamento es uno de los únicos espacios en los que nuestros hijos tienen que olvidarse del orden y la limpieza. Para disfrutar del campamento tienen que “liberar a su monstruo limpio interior” para que no se agobien cuando por ejemplo tengan que pasar todo el día con los zapatos sucios.
6. Objetivo: Hacer nuevos amigos
Una de las cosas que siempre recordarán nuestros hijos son los amigos que hicieron en el campamento. Aunque sus mejores amigos del colegio es probable que no estén allí, tendrán oportunidad de hacer nuevos amigos.
7. Planificarlo con nuestro hijo
Si quieres que tu hijo disfrute del campamento, es importante que participe en la planificación. Tiene que saber con antelación algunos aspectos cómo va a llegar, ó qué actividades podrá hacer. También intenta que participe a la hora de hacer su morral para que sea consciente de todo lo que debe llevar. Quizás necesite un pequeño botiquín con sus medicamentos si es alérgico o asmático. Seguro que se sentirá más preparado y entusiasmado si sabe a lo que se va a enfrentar y se siente involucrado en el proceso de planificación.
Además, los padres nos sentiremos más seguros al ver que conoce al detalle lo que necesita para esos días y nos ayudará a darnos cuenta de que nuestro hijo es bastante autónomo. Toda una experiencia para los campistas pero también para los padres.
¡Comienza la aventura!.
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